El pasado jueves 10 de julio vivimos una de esas salidas que nos recuerdan por qué amamos tanto el mar. Un grupo entusiasta subió a bordo con ganas de desconectar, reír y compartir un día diferente. Y lo consiguieron. El plan fue sencillo, pero la experiencia fue increíble.
Una ruta redonda
Desde el primer momento, el sol acompañaba. El cielo despejado y el mar en calma marcaron el inicio de una jornada ideal para disfrutar de todo lo que nuestras embarcaciones ofrecen.
Navegamos hasta aguas abiertas para darnos los primeros baños del día. Nadar mar adentro es una experiencia única, y más aún con la tranquilidad que ofrecen nuestras plataformas flotantes y la Infinity Pool.
Después, llegó el turno de liberar adrenalina: el Banana Boat hizo su magia. Saltos, giros, caídas divertidas y muchas carcajadas. Una actividad perfecta para romper el hielo o para cerrar el día con energía por todo lo alto.
Y como no podía faltar, pasamos por el foso de Ceuta, ese rincón tan característico que siempre nos regala postales únicas desde el mar.
El mar como escenario de buenos momentos
La mezcla de risas, sol, buena compañía y mar cristalino es la fórmula infalible para un recuerdo que se queda grabado. Y eso es lo que buscamos en cada salida desde Ceuta on the Sea: que el mar sea el lugar donde se crean historias.
¿Y tú, ya has reservado la tuya?
Tanto si vienes con amigos, en familia o como sorpresa especial para alguien, nuestras embarcaciones están listas para ti. Vive un día como este, con actividades, relax y mucha alegría.
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